Se armó la boda

Supongo que no hay una melodía para ese día. 

En su caso no vale el típico vals de las bodas, ni la canción más macarra que hayáis escuchado en vuestras vidas. Pero tal vez, si pienso mucho, se me ocurra alguna de Guns´n Roses, Bon Jovi o Scorpions ¡quién sabe! 

Yara se curró una buena lista que nos acompañó todo el día. 

Pero fue la luz, el sol y la iluminación lo que dieron a ese sábado un toque especial. 

¿Qué marcó la diferencia? 

Supongo que la gente, allí tuvimos mucha y muy buena. 

Cada una, a su manera, añadió una pincelada para que las sonrisas se ensancharan, cayeran algunas lagrimas (como en las bodas reales) y se disfrutara al máximo. 

Yo me quedo con los besos. En el fondo tengo un puntito romántico que no me quita ni un mal día. 

Gracias a tod@s los que estuvisteis. 

Todo valió la pena por sus caras y la ilusión de sus ojos ;-)

Y sobre todo, muchas gracias a los que me ayudasteis a preparar y montar. Si no, no habría habido chiringuito, ni música, ni decoración ni leches.